Cuando no estoy de viaje, la creatividad tiene que abrirse paso de alguna manera.

Y es entonces cuando vuelvo a mis orígenes, a los sombreros.

Mis sombreros están hechos a mano, son piezas únicas creadas a partir del mismo fieltro. De ahí toman su forma con las técnicas de la sombrerería antigua, a través de las hormas y la plancha, los cordeles, los aprestos y los alfileres de hierro.

Luego, en el proceso decorativo aparece todo lo aprendido en los viajes y en la vida. Todo lo que amo.

En el sombrero se verán reflejadas piezas que provienen de lejos, lejos en el tiempo o en el espacio. También tatuajes en color o a fuego, anillados, pespunteados, encerados. Toda técnica es bienvenida para crear la belleza de una pieza única y para siempre.